Esta experiencia fue muy enriquecedora. Y me ha puesto en perspectiva que los deseos de los niños es más importante que el de los adultos en cuanto a lo que quieren ser en la vida, sea como padre, pareja o profesional. Somos los adultos los que tenemos que aprender a conocer a los niños o a nuestros hijos para poder darles luces o llenar sus vacíos, conocer sus fortalezas y debilidades para que puedan ir superando sus dificultades en los diferentes ámbitos sea en la escuela, casa. En el caso de niños de 3-8 años. Es importante ir creciendo con ellos para poder ir descubriendo el mundo que nos rodea y como vamos a poder desenvolvernos de manera saludable y exitosa. Poder establecer lazos y vínculos emocionales que nos permitan crear confianza y una buena autoestima.
Me pregunto ahora que trabajo con niños de 2- 5 años si es que la educación que están recibiendo ahora muy aparte de que el inglés y la tecnología son un plus en estos tiempos cómo estamos logrando esto, estaremos creando miedos al idioma o a la tecnología? Muchas veces los padres influyen en casa y dominan ni el inglés ni la tecnología, a pesar de ser los motivos por los cuales escogen este a jardín, al inicio del año escolar hubo un porcentaje de padres poco colaboradores y sobre protectores. Estos casos de niños me preocupa porque si los padres no maduran o aprenden a aprender junto con sus hijos las vidas de aquellos niños estaría un tanto en riego de ser futuros frustrados.
Cuando trabajaba con adolescentes a punto de graduarse, siempre tenían sus dudas con la carrera a seguir. Y en ocasiones me consultaban o que opinaba. Como educadora involucrada y comprometida no tanto solo a desarrollar las habilidades de dominio del idioma inglés también consideraba la parte de desarrollo humano y aprendía mucho más lo que enseñaba. Porque tenía que aprender a conocer a cada uno de mis alumnos para poder ayudarlos a superar sus miedos en cuanto al idioma o llenar los vacíos que pudieran tener. En algunos momentos llegaba a la conclusión que los padres satisfaciendo su propios deseos o faltantes de sus vidas a través de sus hijos. Los adolescentes siempre decían yo no he pedido estar en este colegio, especialmente aquellos adolescentes que ingresan ya a los 15-16 años de edad que es una edad muy cuestionadora. Estos padres cortaban los vínculos de comunicación por el simple hecho de decir harás lo que yo diga porque yo soy el que te pago, creando un resentimiento hacia sus padres y en ciertos casos los adolescentes exigían a los padres que contraten profesores adicionales para poder rendir académicamente. Lo que generaba que en clase no pongan de su parte porque sabían que llegaban a casa y alguien les iba a solucionar o realizar las tareas.
En mi caso particular, donde somos 3 hermanos, mis padres tenían posturas diferentes. Mi papá apoyaba nuestra posición pero mi mamá exigia profesiones de élite. Tanto mi hermano como mi hermana quisieron satisfacer las expectativas de mi mamá. Y ninguno de los dos en lo que corresponde a su carrera están contentos. Mi hermano quiso ingresar a la armada estadounidense pero nos vinimos a vivir a Ecuador y obligaron mi hermano a conocer el negocio que "nos había dado de comer y pagado nuestros estudios". Mi hermano es 7 años mayor a mi, y cual rebelde que soy me rehusaba complacerla a mi mamá. Yo necia seguí mi pasión. Mi hermana es 3 años menor y siguió mis pasos como educadora. Pues, al irme bien y ganar bien por dar clases eso como que le cambió la idea a mi mamá. Sin considerar que la carrera que mi hermana quería seguir era ser veterinaria.
Ahora que tengo mi propia familia hemos cuidado mucho estos aspectos con mis hijas mayores. La mayor inició su carrera en comunicación y luego quiso ser directora técnica de fútbol, no ha culminado sus estudios porque se casó y ahora espera su segundo hijo. Mi segunda hija es multifacética y quiere experimentar sus pasiones que son comunicación digital, diseño de modas, crossfit y fotografía para emprender su propio negocio que aún no descubre cómo combinar las 3 cosas. Lo que sí ha sido de su preferencia es el diseño y pronto culminará sus estudios para especializarse en el exterior. Mi tercera hija está dudosa, aunque yo sé que ella le iría bien en desarrollo humano, comunicación social o economía, sabremos cómo le va cuando se gradúe del colegio en marzo del 2015. Mi cuarto hijo de casi 10 años, desde muy pequeño le fascinaban los números y el fútbol. Veremos en el futuro como despunta. Ninguno de mis hijos les veo inclinación hacia la educación, pero sí les veo proyectándose en la rama de mi esposo que es la exportación, los veos en negocios internacionales.
Con todo esto en mente lo puedo aterrizar a mi trabajo como directora de preescolar del programa de inglés, para poder capacitar a las maestras y apoyar a los padres de cómo ayudar a los niños a proyectarse en sus vidas. En los tres casos que entrevistamos a los padres de familia puedo ver que tanto los niño de 3 y 4 años como la niña de 5 años tienen claro que de adultos Pablo ir a la calle solo,Ernesto quiere ser como papa. y que Daniela quiere ser doctora. La decisión le queda pendiente cuando tenga que decidir a lo largo de sus vidas dependerá de factores como el apoyo de los padres y cómo y qué busque la sociedad, el colegio, los profesores y padres para poder ayudar a los niños a saber tomar decisiones según sus fortalezas y a resolver y supera sus dificultades o debilidades.
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